1. Las diferentes partes del cuerpo en las que se puede hacer un piercing
1.1 Piercing en la oreja
Uno de los lugares más comunes para hacerse un piercing es la oreja. Existen varias opciones disponibles, como el piercing en el lóbulo, el cual es bastante popular y puede ser adornado con diferentes tipos de pendientes. También se puede optar por perforaciones en el cartílago de la oreja, como en la hélice o el trago.
1.2 Piercing en la nariz
Otro lugar bastante demandado para hacerse un piercing es la nariz. En esta área, se puede optar por el clásico piercing en el tabique nasal, conocido como piercing ala de la nariz. También está el piercing en el puente nasal, que se coloca en la parte intermedia de la nariz. Ambas opciones permiten lucir joyas que van desde aros hasta pequeños diamantes, según el gusto personal.
1.3 Piercing en la lengua
El piercing en la lengua es una elección más audaz y ha ganado popularidad en los últimos años. Este tipo de piercing se realiza en el centro de la lengua y puede variar en tamaño y forma. Es importante tener en cuenta que esta perforación puede afectar el habla y la alimentación durante los primeros días, además de requerir cuidados especiales para evitar infecciones.
1.4 Piercing en el ombligo
El piercing en el ombligo es una opción popular entre las mujeres. Se realiza en la parte superior o inferior del ombligo y se puede lucir con una variedad de joyas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta área tarda más en sanar debido a su ubicación y que requiere una limpieza y cuidados adecuados para evitar infecciones.
2. Consejos y recomendaciones para elegir un estudio de piercing confiable
Investiga la reputación del estudio de piercing
Antes de decidirte por un estudio de piercing, es vital que investigues su reputación. Busca reseñas en línea, tanto en el sitio web del estudio como en las redes sociales, para obtener una idea de la experiencia de otros clientes. Presta atención a los comentarios sobre la higiene del lugar, la profesionalidad del personal y la calidad de los piercings realizados. Además, verifica si el estudio está registrado y cumple con todas las regulaciones legales relacionadas con la salud y la seguridad.
Comprueba las medidas de higiene y seguridad
Es imprescindible que el estudio de piercing que elijas siga las medidas adecuadas de higiene y seguridad. Asegúrate de que utilicen agujas estériles de un solo uso, así como guantes y material desechable para cada cliente. El lugar debe estar limpio y ordenado, con una sala de espera cómoda para evitar aglomeraciones. Pregunta si realizan pruebas de sensibilidad antes de hacer el piercing y si ofrecen instrucciones de cuidado posterior.
Confía en un profesional cualificado
No confíes tu piercing a cualquier persona sin experiencia. Busca un estudio de piercing confiable que cuente con profesionales capacitados y cualificados. Los piercings deben ser realizados por alguien con un conocimiento sólido sobre la anatomía humana y los procedimientos de perforación seguros. Pregunta por las certificaciones y entrenamientos que hayan recibido los piercers del estudio, asegurándote de que estén actualizados en las últimas técnicas y estándares de seguridad.
Al elegir un estudio de piercing confiable, investiga su reputación, comprueba las medidas de higiene y seguridad, y confía en profesionales cualificados para obtener la mejor experiencia y minimizar los riesgos.
3. Los materiales utilizados en la fabricación de joyería para piercing
La joyería para piercing está hecha de una variedad de materiales, cada uno con sus propias características y ventajas. Es importante elegir cuidadosamente el material de tu joyería, ya que puede afectar tanto la comodidad como la salud de tu piercing.
1. Acero inoxidable
El acero inoxidable es uno de los materiales más comunes en la fabricación de joyería para piercing. Es duradero, resistente a la corrosión y asequible. Además, es hipoalergénico, lo que lo hace una buena opción para personas con piel sensible.
2. Titanio
Otro material popular para la joyería para piercing es el titanio. Es extremadamente ligero y resistente, lo que lo hace ideal para piercings en áreas delicadas o sensibles. El titanio también es hipoalergénico y no reacciona con la piel, lo que minimiza el riesgo de irritación o reacciones alérgicas.
3. Bioflex o PTFE
El Bioflex o PTFE es un material flexible y biocompatible, lo que significa que es seguro para su uso en piercings. Es una excelente opción para piercings en áreas que se mueven mucho, como la lengua o los labios. Además, es completamente transparente, por lo que puede pasar desapercibido.
En resumen, al elegir joyería para tu piercing, es importante considerar los materiales utilizados. El acero inoxidable y el titanio son opciones populares y seguras, mientras que el Bioflex o PTFE es ideal para piercings en áreas que requieren flexibilidad. Recuerda consultar con un profesional antes de realizar cualquier cambio en tu joyería.
4. Cuidados básicos y recomendaciones para el cuidado de un piercing recién hecho
Si te has hecho un piercing recién hecho, es importante que tomes ciertos cuidados básicos para asegurar una adecuada curación y prevenir infecciones. Aquí te presentamos algunas recomendaciones para el cuidado de tu piercing:
Limpieza diaria
La limpieza diaria es esencial para evitar infecciones. Lava tus manos con agua y jabón antes de tocar tu piercing. Luego, limpia suavemente el área alrededor del piercing con una solución salina o un limpiador antibacteriano recomendado por tu piercer. Evita usar productos químicos agresivos, alcohol o peróxido, ya que pueden irritar la piel.
Evita tocarlo con las manos sucias
Evita tocar tu piercing con las manos sucias o sin lavar. Las manos pueden ser portadoras de gérmenes y bacterias que pueden causar infecciones. Si necesitas ajustar o limpiar tu piercing, asegúrate de lavarte las manos correctamente antes de hacerlo.
Evita el contacto con productos químicos
Evita el contacto directo de tu piercing recién hecho con productos químicos como maquillaje, lociones o perfumes. Estos productos pueden irritar la piel y retrasar la cicatrización. Además, evita el uso excesivo de productos para el cuidado del piercing, ya que pueden obstruir los poros y retrasar la curación.
Sigue estas recomendaciones básicas y consulta con un profesional en caso de cualquier duda o complicación. Cada piercing es único y puede requerir cuidados adicionales, así que es importante seguir las indicaciones específicas de tu piercer para asegurar una buena recuperación.
5. Los riesgos y complicaciones asociados con los piercings y cómo evitarlos
Los piercings corporales se han convertido en una forma popular de expresión personal y moda en los últimos años. Sin embargo, es importante tener en cuenta los riesgos y complicaciones asociados con ellos, ya que pueden tener efectos negativos en la salud si no se toman las precauciones adecuadas.
Uno de los mayores riesgos de los piercings es la infección. Cuando se realiza un piercing, se crea una abertura en la piel que puede permitir que las bacterias ingresen al cuerpo. Para evitar esto, es fundamental asegurarse de que el estudio o el profesional que realiza el piercing siga las normas de higiene adecuadas. También es esencial mantener una buena higiene personal y limpiar el piercing regularmente según las instrucciones proporcionadas.
Otra posible complicación de los piercings es la reacción alérgica. Algunas personas pueden ser sensibles a ciertos materiales utilizados en las joyas para piercings, como el níquel. Si tienes antecedentes de alergias, es recomendable consultar con un profesional y optar por materiales hipoalergénicos para evitar cualquier reacción adversa.
Además de eso, es importante evitar realizar ciertas actividades que podrían aumentar el riesgo de dañar el piercing o que este se enrede, como nadar en piscinas o en el mar. También se debe tener en cuenta la ubicación y el tipo de piercing, ya que algunos lugares del cuerpo son más propensos a infecciones y complicaciones que otros.
En resumen, los piercings pueden ser una forma de expresión personal, pero es fundamental estar consciente de los riesgos y complicaciones que pueden surgir. Siguiendo las normas de higiene adecuadas, utilizando materiales hipoalergénicos y evitando actividades que podrían dañar el piercing, puedes minimizar el riesgo de problemas. Recuerda siempre consultar con un profesional y mantener una buena higiene personal para disfrutar de tu piercing de forma segura.